Trasplante puerros y primera cosecha

Hoy ha sido un día emocionante. Como podéis leer en el título, después de 4 meses, hemos recogido los primeros frutos de la huerta comestibles… en concreto, el primero: un ajo tierno.

Nuestro primer ajo tierno, listo para alimentarnos.

Nuestro primer ajo tierno, listo para alimentarnos.

Me he venido arriba y he sacado un siguiente ajo, que ha resultado ser tan tierno como Chuck Norris. Aunque me ha resultado curioso ver cómo sigue tan claramente el diente de ajo original, con su planta y sus raíces. Mola, ¿no?

Ajo no tierno. Un tipo duro.

Ajo no tierno. Un tipo duro.

Lo que ya iba tocando era trasplantar los puerros y las cebollas, que me traen de cabeza últimamente, porque tengo cerca de cuarenta de cada y no sé dónde berzas ponerlas (¡falta espacio!). En fin, que por empezar por algún lado, lo he hecho por los puerros.

Cuarenta puerros listos para cambiar de hábitat.

Cuarenta puerros listos para cambiar de hábitat.

Los he ido sacando de uno en uno y separando la tierra de los semilleros (importante no haberlos regado el último día para que la tierra se desprenda bien). Les he cortado un poco las raíces demasiado largas y listo.

Puerros listos para ser trasplantados.

Puerros listos para ser trasplantados.

Un buen manojo de puerros, ¡que olían a puerro!

Un buen manojo de puerros, ¡que olían fenomenal a puerro!

En este caso, es necesario tener macetas profundas para que el puerro pueda desarrollarse. Rellenamos bien de tierra, dejando unos diez centímetros hasta el borde. De esta manera, cuando los puerros se vayan desarrollando, los iré cubriendo con más tierra para que la parte blanca sea lo más larga posible.

Se hacen unos agujeros de unos diez centímetros, separados entre sí otros tantos (o un poco menos) y se dejan los puerros dentro. Se les echa agua hasta cubrir los agujeros y se tapa con un poco de tierra. No hay que apelmazarlo para que el puerro se pueda desarrollar bien.

Maceta grande con unos diez puerros, en invernadero.

Maceta grande con unos diez puerros, en invernadero.

Otra maceta más pequeña, a la intemperie.

Otra maceta más pequeña, a la intemperie.

A partir de aquí, sólo queda esperar a ver cómo evolucionan, especialmente los que están en el exterior… y pensar qué hago con los otros veinte que siguen en el semillero esperando un nuevo hogar.

Estado de la nación hortelana

Hace poco más de mes y medio que arrancó este proyecto hortícola experimental. Como ahora estoy en fase observadora, ya que ni tengo hueco para plantar más, ni tocan labores de aclareo o repicado urgentes, pues por pasar el rato dejo aquí un estado de la nación hortelana.

En líneas generales estoy encantado, entretiene bastante a la par que relaja, y como no hay que dedicarle demasiado tiempo, pues se lleva bien.

Y como diría Jack el Destripador, vayamos por partes:

Los rabanitos están en fases diversas: los primeros que planté, tienen toda la pinta de que el trasplante no les vino bien. De hecho deberían estar ya como para la recogida, aunque me temo que va a ser para tirarlos y hacer hueco. Pintan a fiasco.

Los que sembré a boleo en esa misma cesta han crecido mucho y están muy alargados, lo cual desconozco si es bueno o no. Les he hecho un aclareo, pero tienen tal revoltijo que no sé en qué terminarán. Pintan a qué sé yo.

Los que sembré en el recipiente de corcho están bonicos (los que sobrevivieron al ataque del terrorífico gusano mutante cabr*n), con un tallo muy rojo que si todo va bien debería hincharse hasta formar rabanicos comestibles. Aunque llevan tiempo en esa misma fase. Pintan bien.

El bosque de rábanos en primer plano, los cuasifiambres al fondo.

El bosque de rábanos en primer plano, los cuasifiambres al fondo.

Estos andan sacando más hojas y con buen color.

Estos andan sacando más hojas y con buen color.

Las cebollas andan todas en sus semilleros individuales, después de haberlas sembrado en grupos también en el semillero y de haberles hecho el repicado. Están todas bastante sanotas y bien erguidas, lo que me da buena esperanza de que sigan su curso. Pintan bien.

Las cebollas en sus semilleros individuales, ¡firmes!

Las cebollas en sus semilleros individuales, ¡firmes!

 

Los puerros siguen tranquilamente en su bol de ensalaba del Mc Donald’s. Ahí los sembré y de momento ahí seguirán unos días más, hasta que me de la vena y les haga el repicado como a las cebollas. Parecen tranquilos y no se quejan. Pintan bien.

Los puerros a su rollo, como buenos colegas.

Los puerros a su rollo, como buenos colegas.

 

Las judías verdes han pasado por varias etapas: tras sembrarlas en tetra bricks salieron y se desarrollaron a toda leche; una vez pasadas a su cesto definitivo empezaron a tirar para arriba como posesas hasta que les puse los tutores y se enredaron como si no hubiera mañana. De sopetón se les pusieron las hojas amarillas, ¡alerta centinela!, pero después de quitarle las hojas pochas parece que se han recuperado y siguen su crecimiento. La buena señal es que las hojas superiores siguen saliendo y tienen un color muy verde. Pintan regular tirando a bien.

Las judías verdes, ¡hasta el infinito y más allá!

Las judías verdes, ¡hasta el infinito y más allá!

 

Las habas han sido las últimas en llegar, y además están castigadas fuera de la zona cerrada, ahí solas. No es que se hayan portado mal, pero no había sitio y al parecer aguantan bien el frío, así que fuera andan. Tardaron en asomar, pero llevan un ritmo genial  y parecen las plantas más sólidas de todas. Ahora tengo el problema de que en la misma maceta han germinado y crecido las seis semillas, así que igual toca diezmarlas para que se queden dos o tres con todo el territorio. Pintan bien.

Habas, sanas y sin dar guerra.

Habas, sanas y sin dar guerra.

 

Los experimentos con la piña y los aguacates ahí van, en sus cuencos, bebiendo agua poco a poco y decidiendo si tiran o no. Los aguacates hace un tiempo que han empezado a agrietarse, lo cual creo que es buena señal de que puede empezar a asomar la planta, mientras que la piña parece ir también bien, porque aunque las hojas de fuera están bastante secorras, las de dentro están muy verdes y con buen aspecto. Pintan bien.

La piña y los pipos de aguacate, lentos pero seguros.

La piña y los pipos de aguacate, lentos pero seguros.

 

Los espárragos son los que me tienen más desconcertado, porque no tengo ni pajolera idea de qué hacer con ellos. Siguen en su semillero y parecen estar a gusto, pero por lo poco que he encontrado en internet, no sé si les toca trasplante, cuándo o en qué condiciones. Tendré que seguir investigando cuál es su proceso vital. Pintan qué sé yo.

Arbolillos de espárrago, ¿qué será de vosotros?

Arbolillos de espárrago, ¿qué será de vosotros?

 

Las acelgas son las que peor lo llevan. Desde el trasplante no levantan hoja. Varias de ellas se han pochado del todo, otras han tenido hojas amarillentas que he tenido que quitar, y sólo unas pocas parecen tener el aspecto adecuado. La caja que tiene a la mayoría no puede presentar peor aspecto, un drama. Pintan a fiasco.

Puf, qué desolación de cesto...

Puf, qué desolación de cesto…

 

Los ajos también me tienen con la mosca detrás de la oreja. Al germinar salieron todos con mucha fuerza, creciendo bastante rápido salvo uno de ellos, que salió, vio el percal, y se metió para dentro de nuevo para nunca más salir. Después de haber brotado fuerte y rápido, llevan una racha pelín estancados, e incluso uno de ellos parece tristón y con ganas de dejar de luchar. Pintan qué sé yo.

Ajos algo estancados en su crecimiento.

Ajos algo estancados en su crecimiento.

 

Las zanahorias tampoco me dan muy buenas vibraciones. Las que trasplanté a las dos macetas tienen todas las papeletas de no triunfar. Han mutado sus plantas, pero son realmente enanas y no parece que avancen. Pintan a fiasco.

Las que dejé en el semillero, sin embargo, están algo más saludables, y ya puestos, he sembrado unas pocas más en una maceta, a ver qué tal. Pintan a qué sé yo.

Zanahorias en ramilletes, no tienen mal aspecto pero no crecen.

Zanahorias en ramilletes, no tienen mal aspecto pero no crecen.

 

Las escarolas, por último, no tienen mal aspecto, pero no crecen mucho. Igual es que tardan en coger su ritmo después del efecto del trasplante, porque van sacando nuevas hojillas y tienen bastante buen color, pero con un tamaño mini aún. Ayer pasé 8 de las 11 a la parte de atrás de la casa, a ver si la sombra les va mejor como parece que debe ser. Pintan bien.

Las escarolas parecen haber arraigado bien en sus macetas.

Las escarolas parecen haber arraigado bien en sus macetas.

 

Y esto es todo por el momento. Ahora toca comprar humus liquido para aportarles nutrientes en los siguientes riegos (¡como el kiko se van a poner!) y seguir atentos.

Experimento con la piña y evoluciones varias

Después de un inicio trepidante en el huerto, con tanta siembra y trasplante, ahora ando algo más parado, simplemente observando cómo evolucionan las diferentes plantas, regando, y sospechando que la mitad no van a llegar a adultas. No sé yo…

El otro día vi en el canal de Youtube de La huertina de Toni (¡muy recomendable!) un experimento para replantar una piña, así que me he animado a probar y ya anda a remojo. Si queréis ver de qué va, podéis ver aquí el vídeo.

A saber qué sale de aquí, pero adornar ya adorna...

A saber qué sale de aquí, pero adornar ya adorna…

Por otro lado, hay algunas plantas que evolucionan favorablemente. A saber:

  • Los rábanos que planté a boleo directamente en una cesta (en lugar de pasar por el semillero) y que ya están el triple de altos que los que trasplanté hace unas semanas y que no pinta que vayan a llegar a rábano adulto de pleno derecho.
  • Los ajos, que ya muestran una verticalidad y salud muy destacable. Uno de los seis anda perezoso, pero parece que van adelante.
  • Las habas, que han tardado unos siete u ocho días en asomar el hocico, pero que ya despuntan. Planté tres grupos de dos semillas y han germinado todas, así que habrá que ir viendo cómo tiran para arriba.

De las judías verdes ni hablo, que me tienen la zona totalmente copada y pronto tendré que empadronarlas.

Las plantas de ajo tienen una pinta estupenda.

Las plantas de ajo tienen una pinta estupenda.

 

El bosque de rabanitos, ¡a saco!

El bosque de rabanitos, ¡a saco!

 

Las seis semillas de haba han germinado.

Las seis semillas de haba han germinado.

 

Aclareo rábanos y acelgas

Llevaba unos días mirando para otro lado, pero ya no podía demorarlo más. Tocaba aclareo de acelgas y rábanos. Duele, porque estás arrancando plantitas que están bien. Pero es necesario para que las que queden se puedan desarrollar.

En fin, hoy, aprovechando la oscuridad de la noche y que las niñas duermen -son muy sensibles- he respirado hondo y ¡zas!

Sólo espero que las que han quedado lo agradezcan dándonos buena verdura en poco tiempo.

Todas estas plantitas de acelga y rábano han pasado a mejor vida.

Todas estas plantitas de acelga y rábano han pasado a mejor vida.

La nota positiva del día es que los ajos que planté hace sólo cuatro días ya han asomado. ¡Bienvenidos!

¡Aquí están los ajos! ¡Temblad vampiros!

¡Aquí están los ajos! ¡Temblad vampiros!

 

Trasplante de judías, zanahorias y rabanitos. Siembra de habas y ajos

Hoy ha sido un día muy productivo en el huertico, que por otro lado va tomando dimensiones algo grandes, y ya he visto a los de Fronda dando vueltas por la puerta de casa, no sé si con afán de boicotearme o de comprarme la plaza para incorporarla a su franquicia.

La semana pasada no pude trasplantar todas las judías verdes por falta de recipientes adecuados, así que he terminado hoy la labor. Si el otro día ya me costó desenredar las raíces de unas y otras, lo de hoy ha sido ya por la fuerza bruta. ¡Menudo mogollón de raíces había ahí! Así que nada, sin remilgos las he separado entre sí, y a su lugar definitivo que han ido.

Las judías verdes han dicho que o les doy más espacio o se mudan a otra casa.

Las judías verdes han dicho que o les doy más espacio o se mudan a otra casa.

El siguiente paso ha sido entutorarlas para que puedan desarrollarse a lo alto. La planta tiene una punta de textura rasposa con la que se van enganchando a lo que pillan para poder crecer, así que mejor ponerles unos tutores, que si no a saber a qué se agarran…

Entutorado de las judías verdes.

Entutorado de las judías verdes.

A continuación le ha tocado el turno a las zanahorias. Mala espina me dan, la verdad, porque por lo que he leído esta mañana, parece que las zanahorias es mejor plantarlas directamente en el lugar en el que se vayan a desarrollar, y yo, inconsciente de mí, las he plantado en semilleros.

Pero bueno, a lo hecho pecho y ya no hay marcha atrás con esta remesa, así que sin pensármelo mucho, he trasplantado las que me han parecido mejores a un par de tiestos. Y ya veremos en qué acaban…

Las zanahorias, tranquilas en su semillero, sin saber lo que les venía encima.

Las zanahorias, tranquilas en su semillero, sin saber lo que les venía encima.

Es la primera vez que trasplanto de semillero, así que he procurado tener cuidado para no dañar demasiado a las plantas. Como la tierra está húmeda, me ha sido sencillo con ayuda de una cucharita. Como se ve en la primera foto, para ser pequeñajas, ya tienen unas buenas raíces.

Buenas raíces para estas mini plantas.

Buenas raíces para estas mini plantas.

Las zanahorias en su tiesto definitivo.

Las zanahorias en su tiesto definitivo.

Y así es como han quedado las dos macetas de las zanahorias. Veremos si avanza o en breve las estoy usando para cualquier otra cosa…

Maceta con e grupo de zanahorias más desarrolladas.

Maceta con e grupo de zanahorias más desarrolladas.

EL grupo de zanahorias más jóvenes.

EL grupo de zanahorias más jóvenes.

También le ha tocado trasplante a los rábanos, que llevaban un buen desarrollo en el semillero, especialmente después de haberles hecho el primer aclareo para dejar sólo a los más fuertes. De hecho, en dos semilleros dejé los cuatro o cinco que había, sin hacer el aclareo, y se han pochado.

Una vez finalizados los trasplantes, un buen riego a cada uno para que no sufran demasiado el proceso, ¡y a por la siembra!

Como ya me voy quedando sin espacio, he sembrado lo que creo será ya lo último de esta temporada otoñal: los ajos y las habas.

Esta operación ha sido bien simple… para los ajos sólo he tenido que coger seis dientes  hermosos de una cabeza de ajo que tenía en casa y enterrarlos en la tierra a unos tres o cinco centímetros de profundidad. Importante ponerlos con la punta hacia arriba para facilitar su desarrollo y regar bien. Chim pón.

Siembra de ajos. De ahí deberían salir seis cabezas en un tiempo.

Siembra de ajos. De ahí deberían salir seis cabezas en un tiempo.

Las habas han sido cosa también simplona. Sólo rellenar la maceta de sustrato y meter un par de semillacas en cada agujero, dejando unos veinte centímetros entre unas y otras, con una profundidad de unos cinco centímetros. Según he visto en el sobre de las semillas, las habas aguantan muy bien el frío, así que se han quedado fuera ellas solas.

Por último, buen riego inicial a los ajos y las habas, barrer un poco y ¡listo!

Pedazo de semillas de haba.

Pedazo de semillas de haba.