Hoy hemos llegado del pueblo tras la Semana Santa, y aparte de venir más cansado de lo que me fui, volvía con una cierta inquietud por saber si el riego que había dejado puesto habría sido suficiente. El panorama que me he encontrado no podía ser más positivo, porque aparte de que estaba todo en su sitio y nada se había secado, ¡las habas habían explotado!
Ha sido la leche, en una semana han pasado de tener frutos de apenas 1 o 2 centímetros ha calzar unas vainas tamaño Rocco King Size, ¡espectaculares!
Atención al tamaño de las habas, ¡ya quisiera alguno para sí!
Y además hay un buen puñado…
Y unas pocas más.
Total, que viendo cómo andaban las habas, me he venido arriba y le he pegado una buena tunda al huertico: trasplantes, podas, siembras…
Empecemos por los trasplantes, casi todos de la siembra que hice a primeros de febrero en semilleros. Muchas plantas pedían más espacio para desarrollarse, y además se da que el sábado próximo vamos a empezar con el huertico de un amiguete al que he liado, así que me venía bien ir preparando el traslado de las plantas que le voy a llevar.
5 plantas de melón trasplantadas a recipientes intermedios.
Las dos plantas de sandía, también a vasos intermedios. Estos me molan porque, al ser transparentes, puedo ver las raíces crecer.
La albahaca. Por cierto, las que faltan las he ido devorando desde la tierra, ¡ñam!
Así va mi precioso limonero.
Y también he trasplantado algunos de los experimentos de Marta y Alex, en concreto una planta pequeña de guisantes que ya está echando frutos, y otras dos que no recuerdo qué eran…
El pequeño guisante (mirad el fruto en primer plano) y detrás una de las que no sé qué son.
Otra desconocida, ¿será el frijol?
El último trasplante ha sido para las dos plantas de pepino, que fueron las primeras en germinar y luego se han quedado un poco estancadas. A ver si con más espacio tiran para arriba.
Plantitas pepineras.
Una de evolución, de las que me hacen bastante ilusión por ser frutales que nacen de semillas que yo mismo he cogido al comer la fruta, he germinado y sembrado. En este caso, el mandarino, pequeño aún, pero juguetón ya. ¿No parece el monstruo del Lago Ness medio fuera y medio dentro?
Mandarino simpático.
El romero también se me estaba resistiendo para hacerlo germinar, pero a la tercera o cuarta ha salido adelante. Pequeño pero matón.
Tímido romero asomando el hocico. Le llamaremos Constantino.
Y otra sorpresa más, ¡esto es un no parar!, las semillas de granada que tenía por el método de la servilleta húmeda, también han germinado. En concreto dos, que rápidamente he procedido también a sembrar. ¡Será por frutales!
Semilla de granado germinada que he procedido a sembrar.
A continuación ha tocado la siembra. Como el semillero grande se me va quedando vacío con los trasplantes, he metido más leña, ¡que el ritmo no pare, no pare, noooooo! De izquierda a derecha, en la siguiente foto, repetimos albahaca, una fila de escarolas, y otra de lechugas (también repes, pero para ir teniendo de forma escalonada).
Cinco semilleros de albahaca, otros tantos de escarola y otros más de lechuga.
Nuevas variedades también andaban esperando a que fuera época propicia para la siembra, como eran las fresas (de las que he preparado seis semilleros) y la lavanda. Y ya venido arriba del todo, pruebo por enésima vez con los rabanitos, a ver si de una vez por todas doy con la tecla del éxito.
De izquierda a derecha: rábanos, lavanda y fresas.
Este es el resumen de todo lo sembrado hoy.
Semillas listas esperando turno de sembrado.
Por último, y como siempre, un buen riego a todo lo trasplantado o sembrado, una buena barrida a la terraza y una colocación estratégica de todas las plantas, plantines y semilleros para aprovechar al máximo las condiciones, que además esta semana volverán las lluvias y temperaturas más bajas.
La terraza delantera, pidiendo a gritos más tubo de riego.
En el cerramiento se han quedado solo los plantines y los semilleros.